El filtro de partículas diésel (DPF o FAP según idioma), es un filtro instalado en el sistema de escape que retiene las partículas generadas de la combustión del diésel. Estas partículas son altamente dañinas, por lo que el filtro funciona como un dispositivo de retención y de incineración de dichas partículas. Es importante cuidarlo y hacer un uso correcto del vehículo para que el sistema cumpla su función. La idea de un vehículo diésel es para largos trayectos, sin embargo, en nuestro país mucha gente adquiere un vehículo diésel por tener un mejor rendimiento y ser un combustible más barato que la bencina.

¿Cuándo entró en vigencia?

El DPF o FAP, es un concepto creado a fines del 2000, pero fue recién en la norma Euro IV en el 2009, que entró en vigencia de que todos los vehículos diésel deben integrar este sistema. En nuestro país, comenzó a ser obligatorio para todos los vehículos diésel ingresados al país a partir del año 2014 con el cumplimiento de las normas Euro V.

¿Por qué son necesarios los filtros de partículas?

La combustión del combustible no logra ser perfecta, por lo que se genera partículas conocido también como hollín o exceso de humo negro, que incluso, llegan a ser visibles. Adicionalmente, son generadas en mayor cantidad en los primeros minutos de la marcha del motor. Según la OMS, estas partículas son categorizadas como cancerígenas, y es por eso la importancia de que sean tratadas. De hecho, vehículos nuevos ya están integrando filtro de partículas para vehículos bencineros (GPF en sus siglas en inglés).

¿Cómo es el funcionamiento normal del filtro de partículas?

Principalmente, el filtro está pensado para retener las partículas en los primeros minutos de marcha, ya que el motor mediante la ECU (unidad de control electrónica o computador) brinda una mayor dosis de mezcla de aire/combustible para regular el ralentí y la temperatura normal de funcionamiento, lo que genera más cantidad de partículas. Posterior a ello, la línea de escape en un trayecto de largo desplazamiento, debería llegar a temperaturas sobre 600°C, temperatura que permite que las partículas sean incineradas de forma normal hasta en un 99.9%. Si esta condición normal no se cumple, es donde inicia los procesos de regeneración.

Regeneración del filtro.

Adicionalmente, el filtro tiene sensores (desde 1 hasta 6 o más, según el fabricante del motor), que monitorean la presión u obstrucción del filtro de partículas. Si detectan que hay mucha obstrucción, se inicia el proceso de regeneración normal, que implica que la ECU emite más combustible de lo normal al motor, con la finalidad de incrementar más rápido la temperatura del sistema de escape para que se regenere el filtro de obstrucción por las partículas. Actualmente, hay algunos vehículos que
constantemente tienen un proceso de regeneración, inyectando un adicional de combustible cada cierto tiempo o kilometraje.

Hay algunos fabricantes, que también integran un botón para iniciar el proceso de regeneración voluntariamente en tramos de conducción que se dan las condiciones para iniciar el proceso.

También, hay vehículos que integran un sistema de inyección de aditivos para ayudar en el proceso de regeneración como son los vehículos del grupo PSA.

También, hay una forma de regenerar el filtro llamada regeneración forzada o con scanner, que con el vehículo detenido, se simula una condición de conducción ideal para llegar a la temperatura en la línea de escape necesaria para que regenere el filtro.

Problemas asociados al filtro de partículas diésel.

A medida que el filtro de partículas se obstruye, tenemos un incremento consumo de combustible con el afán de que llegue a la temperatura para regenerarlo. Cuando el problema no se soluciona, la obstrucción es tal que incluso el vehículo comienza a tener problemas de potencia o funcionamiento.

Es tanto, que vehículos dan la opción de arrojar un aviso de check engine o entran en ‘’modo seguro’’, no permitiendo un funcionamiento normal del motor.

Por otro lado, la sobre inyección de combustible es tan alta con el afán de elevar la temperatura en el sistema, que el combustible diésel se fuga de la cámara de combustión por los cilindros mezclándose con el lubricante de motor, lo que produce un aumento del nivel del lubricante de motor. Esta mezcla llega a niveles que el lubricante de motor se contamina y podría generar graves daños hasta fundir el motor.

Necesidades especiales de los filtro de partículas diésel.

Uso correcto: Debemos entender que el vehículo diésel está pensado para uso en trayectos largos. Lamentablemente, mucha gente usa vehículos diésel por ser el combustible más barato y de mayor eficiencia en consumo que un vehículo bencinero. Sin embargo, los trayectos son tan cortos, que nunca se dan las condiciones de ‘’regeneración normal’’. Además, vehículos actuales avisan cuando el proceso de regeneración se da a inicio, y el usuario en vez de permitirle que lo haga, muchas veces apaga el vehículo sin finalizar el proceso (se sigue acumulando). Recomendamos realizar periódicamente un trayecto continuo por más de 45 minutos a revoluciones contantes a un rango medio-alto para facilitar el proceso de regeneración normal.

Lubricante correcto para el motor: Todos los vehículos queman una cierta cantidad de lubricante de motor que es normal. Generalmente son 500 ml o 1 litro por cada 10 mil o 15 mil kilómetros, pero puede variar según fabricante. El tema, es que los lubricantes de motor tienen distintos componentes, pero alguno de ellos son perjudiciales para el funcionamiento del filtro de partículas diésel. Los SAPS (SA de cenizas sulfatadas, P de fósforo y S de azufre, en sus siglas en inglés), son 3 componentes presentes en los lubricantes de motor, que tienen excelentes propiedades antidesgaste, pero al quemarse en la combustión, generan una ceniza que se aloja en el filtro de partículas, sin opción de poder liberarlo. Por esta razón, es que los lubricantes para filtro de partículas deben tener bajo o mediano contenido de SAPS (Low SAPS o Mid SAPS). Liqui Moly dispone de una amplia gama de productos en distintas viscosidades, aptos para todo tipo de vehículos diésel con filtro de partículas incorporado. Puedes revisar el más apropiado para tu vehículo en nuestro buscador online en nuestra página web.

Adicionalmente, recomendamos utilizar nuestro aditivo para la protección del filtro de partículas diésel llamado Dieselpartikelfilter Schutz (cód. 2146). Permite que el DPF se regenere de forma mucho más rápida, donde el filtro ya no necesita sobre 600°C para regenerarse, sino que con 400°C ya inicia el proceso. Se añade directamente al estanque de combustible diésel (hasta 70 litros de combustible). Recomendamos utilizarlo cada 2.000 kilómetros.

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