Cada vez los vehículos son más potentes, por lo que también es muy importante contar con un sistema de frenos de calidad. El líquido de frenos cumple un rol fundamental para el correcto funcionamiento del sistema de frenos. Tiene una vida útil acotada, por lo que el líquido de frenos debe ser completamente sustituido cada cierto tiempo o kilometraje, según indicaciones del fabricante del vehículo. El líquido de frenos es crucial para la seguridad de quienes están a bordo del vehículo.

Muchas veces solo se rellena el nivel del líquido de frenos, pero lo correcto es sustituirlo completamente. Los fabricantes de vehículos exigen que el líquido de frenos debe sustituirse, por lo general, a cada 24 meses o cada 60.000 kilómetros.

Temperatura de ebullición en seco y húmedo:

La primera característica del líquido de frenos es que debe tener resistencia a la temperatura. Si el líquido de frenos llega a una temperatura superior a lo que soporta, es donde sentimos que la presión en el pedal de frenos ya no es efectiva para frenar. Adicionalmente, por una cualidad del líquido de frenos, éste absorbe mucha humedad, por lo que además de la temperatura de ebullición del líquido de frenos sin uso (conocido como punto de ebullición en seco), es muy importante la temperatura de ebullición cuando ya tiene uso (conocido como punto de ebullición húmedo). Presencia de agua en el líquido de frenos, permite que se genere óxido y corrosión en el sistema, por lo que se debe cambiar el líquido de frenos según recomendación de tiempo e índice DOT que exige el fabricante de su vehículo.

Funcionamiento del líquido de frenos:

El líquido de frenos es uno de los principales encargados de traspasar la presión de frenado del pedal al sistema de frenos. Cuando se ejerce esa presión en los frenos, el sistema de frenos genera calor que se transmite hacia el líquido de frenos, por lo que la tolerancia a la alta temperatura cumple un factor importante dentro de la exigencia del líquido de frenos.

Accidentes por motivo de los frenos:

Cuando se realiza mantención a los frenos, por lo general se sustituyen piezas como pastillas o balatas, discos o tambores (o se rectifican), y se verifica el nivel del líquido de frenos, sin embargo, no es recurrente la sustitución completa del líquido de frenos.

Hoy en día, la mayoría de los accidentes no se deben por una rotura literal de los frenos, conocido como quedarse sin frenos o que se cortaron los frenos, si no que los accidentes de deben debido a que el líquido pierde sus propiedades en el tiempo no funcionan correctamente al momento de ser exigidos. En otras palabras, un líquido de frenos en mal estado tiene una tolerancia de temperatura más baja, perdiendo su capacidad de frenado.

Gama Liqui Moly

DOT 4 (cód. 3093), punto de ebullición seco > 260ºC, húmedo > 155ºC. Formulado para todos los sistemas ABS que requieren DOT 3 y DOT 4.

DOT 4 SL6 (cód. 21166), punto de ebullición seco > 260ºC, húmedo > 180ºC. Formulado especialmente para todos los sistemas ABS, ASR, ESP/DSC de última tecnología y para las exigencias de fabricantes que requieren DOT 3, DOT 4 y DOT 4 SL6.

DOT 4 Race (cód. 3679), punto de ebullición seco > 320ºC, húmedo > 195ºC. Formulado especialmente para todo los sistemas ABS que requieren DOT 4.

DOT 5.1 (cód. 3092), punto de ebullición seco > 260ºC, húmedo >180ºC. Formulado especialmente para todos los sistemas ABS que requieren DOT 3, DOT 4 y DOT 5.1.

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